En la grieta social generada por impiadosas políticas de Mercado.
Se percibe el dolor y el hambre de los niños pobres.
Aquellos pequeños, qué por el frío suelen dormir abrazados de su hermano, buscando conservar algo de calor ante las inclemencias del tiempo y la escasa calefacción.
Cada día tienen el desencanto de la vida ante las necesidades.
A los padres expulsados de las fábricas cerradas.
Del campo que ya no ocupa casi mano de obra, los suelen llamar los oligarcas y algunos ciudadanos de clase media alta. Los Planeros*, como si recurrir al trabajo subsidiado por el Estado fuera un delito.
Como si ellos fueran los culpables de un sistema político que los discrimina y los somete.
A pesar de todo es admirable ver reflejada en el rostro de un niño, una bella sonrisa que nace espontáneamente fruto de su inocencia.
Se percibe el dolor y el hambre de los niños pobres.
Aquellos pequeños, qué por el frío suelen dormir abrazados de su hermano, buscando conservar algo de calor ante las inclemencias del tiempo y la escasa calefacción.
Cada día tienen el desencanto de la vida ante las necesidades.
A los padres expulsados de las fábricas cerradas.
Del campo que ya no ocupa casi mano de obra, los suelen llamar los oligarcas y algunos ciudadanos de clase media alta. Los Planeros*, como si recurrir al trabajo subsidiado por el Estado fuera un delito.
Como si ellos fueran los culpables de un sistema político que los discrimina y los somete.
A pesar de todo es admirable ver reflejada en el rostro de un niño, una bella sonrisa que nace espontáneamente fruto de su inocencia.
Omar Salgado
Escritor Consejero, periodista
* Planes sociales del Gobierno
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